Biología II

Objetivos de aprendizaje

Al final de esta sección, habrá completado los siguientes objetivos:

  • Discutir el papel de la regulación neural en los procesos digestivos
  • Explicar cómo regulan las hormonas la digestión

El cerebro es el centro de control de la sensación de hambre y saciedad. Las funciones del sistema digestivo se regulan a través de respuestas neuronales y hormonales.

Respuestas neuronales a los alimentos

 La foto muestra platos de comida en una mesa para cenar.

Figura 1. Ver un plato de comida desencadena la secreción de saliva en la boca y la producción de HCL en el estómago. (crédito: Kelly Bailey)

En reacción al olor, a la vista o al pensamiento de los alimentos, como la que se muestra en la Figura 1, la primera respuesta hormonal es la de la salivación. Las glándulas salivales secretan más saliva en respuesta al estímulo presentado por los alimentos en preparación para la digestión. Simultáneamente, el estómago comienza a producir ácido clorhídrico para digerir los alimentos. Recordemos que los movimientos peristálticos del esófago y otros órganos del tracto digestivo están bajo el control del cerebro. El cerebro también prepara estos músculos para el movimiento. Cuando el estómago está lleno, la parte del cerebro que detecta señales de saciedad plenitud. Hay tres fases superpuestas de control gástrico – la fase cefálica, la fase gástrica y la fase intestinal—cada una requiere muchas enzimas y también está bajo control neural.

Fases digestivas

La respuesta a los alimentos comienza incluso antes de que los alimentos entren en la boca. La primera fase de ingestión, llamada fase cefálica, está controlada por la respuesta neuronal al estímulo proporcionado por los alimentos. Todos los aspectos, como la vista, el sentido y el olfato, desencadenan las respuestas neuronales que resultan en salivación y secreción de jugos gástricos. La secreción gástrica y salival en la fase cefálica también puede tener lugar debido a la idea de alimentos. En este momento, si piensan en un trozo de chocolate o una patata crujiente, el aumento de la salivación es una respuesta de fase cefálica al pensamiento. El sistema nervioso central prepara el estómago para recibir alimentos.

La fase gástrica comienza una vez que la comida llega al estómago. Se basa en la estimulación proporcionada durante la fase cefálica. Los ácidos y enzimas gástricos procesan los materiales ingeridos. La fase gástrica es estimulada por (1) la distensión del estómago, (2) una disminución en el pH del contenido gástrico, y (3) la presencia de material no digerido. Esta fase consiste en respuestas locales, hormonales y neuronales. Estas respuestas estimulan las secreciones y las contracciones potentes.

La fase intestinal comienza cuando el quimo ingresa al intestino delgado desencadenando secreciones digestivas. Esta fase controla la velocidad de vaciado gástrico. Además del vaciado de gastrina, cuando el quimo ingresa al intestino delgado, desencadena otros eventos hormonales y neuronales que coordinan las actividades del tracto intestinal, el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.

Respuestas hormonales a los alimentos

El sistema endocrino controla la respuesta de las diversas glándulas del cuerpo y la liberación de hormonas en los momentos apropiados.

Uno de los factores importantes bajo control hormonal es el ambiente ácido del estómago. Durante la fase gástrica, la hormona gastrina es secretada por las células G en el estómago en respuesta a la presencia de proteínas. La gastrina estimula la liberación de ácido estomacal, o ácido clorhídrico (HCl), que ayuda a la digestión de las proteínas. Sin embargo, cuando se vacía el estómago, no es necesario mantener el ambiente ácido y una hormona llamada somatostatina detiene la liberación de ácido clorhídrico. Esto es controlado por un mecanismo de retroalimentación negativa.

En el duodeno, las secreciones digestivas del hígado, el páncreas y la vesícula biliar desempeñan un papel importante en la digestión del quimo durante la fase intestinal. Para neutralizar el quimo ácido, una hormona llamada secretina estimula al páncreas para que produzca una solución de bicarbonato alcalino y la entregue al duodeno. La secretina actúa en conjunto con otra hormona llamada colecistoquinina (CCK). La CCK no solo estimula al páncreas para que produzca los jugos pancreáticos necesarios, sino que también estimula a la vesícula biliar para que libere bilis en el duodeno.

Enlace a Aprendizaje

Visite este sitio web para obtener más información sobre el sistema endocrino. Revise el texto y vea la animación de cómo se implementa el control en el sistema endocrino.

Otro nivel de control hormonal se produce en respuesta a la composición de los alimentos. Los alimentos ricos en lípidos tardan mucho tiempo en digerirse. Una hormona llamada péptido inhibidor gástrico es secretada por el intestino delgado para ralentizar los movimientos peristálticos del intestino y permitir que los alimentos grasos tengan más tiempo para digerirse y absorberse.

Comprender el control hormonal del sistema digestivo es un área importante de investigación en curso. Los científicos están explorando el papel de cada hormona en el proceso digestivo y desarrollando formas de atacar estas hormonas. Los avances podrían conducir a conocimientos que podrían ayudar a combatir la epidemia de obesidad.

Resumen de la sección

El cerebro y el sistema endocrino controlan los procesos digestivos. El cerebro controla las respuestas del hambre y la saciedad. El sistema endocrino controla la liberación de hormonas y enzimas necesarias para la digestión de los alimentos en el tracto digestivo.

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