Periódicamente a lo largo de la historia, la cartografía se ha visto fortalecida por los cambios en la concepción ambiental y los avances en la tecnología. Las fuerzas actuales para el cambio son el pensamiento de los sistemas de información, el énfasis en la visualización y la tecnología electrónica de computadoras y telecomunicaciones. Cuando estas fuerzas se aprovechan para aplicaciones ambientales, el resultado es un sistema de información geográfica (SIG) automatizado que integra bases de datos, procedimientos de análisis matemático y métodos de representación gráfica. Los mapas sirven a los sistemas de información geográfica como una fuente de datos de entrada, un marco para el análisis espacial y el modelado, y un medio de salida. La cartografía y los sistemas de información geográfica se influyen mutuamente, pero la cartografía puede obtener lo mejor de la relación. La tecnología SIG promete transformar la cartografía al cambiar lo que se mapea, la forma que toman los mapas, quién los hace y los usa, y cómo se usan los mapas. También podemos esperar una mejor adaptación de los mapas a las necesidades y características del usuario. En el proceso, todos los participantes tendrán que prestar más atención a la naturaleza de la representación cartográfica.