El principio básico de un horno es simple: calentar el aire y moverlo por toda la casa. Sin embargo, los hornos son máquinas complejas. A medida que mejora la tecnología que impulsa los sistemas de calefacción, puede resultar confuso para el propietario promedio comprender cómo funcionan los hornos de alta eficiencia y cómo difieren de sus homólogos convencionales.
¿Cómo Medimos la Eficiencia?
En primer lugar, debe comprender cómo se mide la eficiencia. En un blog anterior, discutimos las calificaciones de HVAC que todos los propietarios necesitan saber, incluida la Calificación Anual de Eficiencia de Utilización de Combustible (AFUE). En resumen, AFUE mide la eficiencia con la que el gas se convierte en calor y se expresa como porcentaje. Por ejemplo, un AFUE del 90% significa que el 90% del gas que entra en el horno se convierte en calor, mientras que el 10% se desperdicia y se pierde en el escape. Esencialmente, cuanto mayor sea el AFUE, mayor será la eficiencia.
¿Cómo Funcionan Los Hornos Convencionales?
Cuando el termostato de una habitación registra que la temperatura ha caído por debajo del ajuste deseado, envía una señal al horno que abre una válvula y entrega gas natural a los quemadores de los sistemas de calefacción.
La luz piloto o encendido electrónico enciende el quemador dentro de la cámara de combustión, creando calor en el intercambiador de calor. Una vez que el aire se calienta, se empuja hacia el plenum de aire caliente (el espacio de aire o cámara que se llena de aire para distribuir) y luego circula por toda la casa a través del conducto.
Los gases de combustión creados al quemar el combustible se ventilan a través de una chimenea o chimenea de escape.
Cuanto más viejo es el horno, menos eficiente es. Los sistemas de la década de 1950 pueden tener un AFUE de solo el 56%, mientras que los sistemas de calefacción de eficiencia media tienen un AFUE promedio del 80% al 83%.
¿En Qué Se Diferencian Los Hornos De Alta Eficiencia?
Hay dos mejoras que han aumentado drásticamente la eficiencia del horno.
Dos Intercambiadores de calor: En los hornos de alta eficiencia, hay un intercambiador de calor adicional que convierte el gas condensado, que de otro modo se agotaría, en calor utilizable. El pequeño gas de escape que se produce ahora es lo suficientemente frío como para que se pueda ventilar a través de una pared con tuberías de plástico.
Combustión sellada: Los hornos tradicionales extraen aire caliente del interior de la casa para la combustión, y luego fugas de aire frío del exterior en la casa para compensar la pérdida. Los hornos de alta eficiencia tienen un tubo de admisión de aire para que el aire necesario para la combustión provenga directamente del exterior, dejando intacto el aire caliente del interior. Esto no solo aumenta la eficiencia energética, sino que también es más seguro, ya que reduce el peligro de corrientes hacia atrás (tirar los gases de escape por la chimenea).
Con estas modificaciones, los hornos de alta eficiencia pueden alcanzar un AFUE promedio del 98% al 100%.
Si tiene problemas con el horno, puede ser el momento de una reparación del horno o incluso un simple mantenimiento anual del horno.
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