Cómo se mueven
La contribución del Sol: elevación por convección
La radiación solar es la primera y más evidente causa de elevación de masas de aire cálido y húmedo: el aire se calienta tanto por absorción directa de radiación solar (especialmente en la banda infrarroja, que es absorbida preferentemente por el vapor de agua), como por convección sobre el suelo que pierde calor.
La contribución de las montañas: elevación orográfica
El proceso es análogo al anterior, pero en este caso, la masa de aire cálido y húmedo se eleva debido a la topografía: cuando una masa de aire en movimiento se encuentra con una montaña, se ve obligada a moverse a lo largo de sus lados, elevándose y enfriándose.
Las masas de aire se encuentran: elevación dinámica
Incluso en este caso, el mecanismo es el mismo, pero el levantamiento tiene lugar porque una masa de aire es empujada hacia arriba por otra masa móvil que se cuña debajo de ella. Generalmente, esto ocurre cuando una masa de aire caliente y más ligera se encuentra con una masa de aire frío que, al ser más densa, tiende a hundirse bajo el aire más cálido, forzándolo a elevarse.
Aire estratificado: inversión térmica
En condiciones climáticas justas y estables, especialmente en invierno, el aire frío tiende a estratificarse cerca del suelo dando lugar al fenómeno de inversión térmica: en este caso, la temperatura del aire aumenta con la altitud en lugar de disminuir, como lo hace normalmente. En esta circunstancia, es el aire caliente el que se enfría al contacto con la masa fría de abajo: si se alcanza el punto de rocío, se podrían formar capas delgadas de nubes, que «materializan», por así decirlo, el límite entre las dos masas de aire distintas.