En el proceso de globalización de un negocio, una cosa que destaca es la necesidad de conectar con el cliente. Un consumidor es más que un activo para una empresa, es un parámetro a través del cual esa empresa puede medir su éxito en un mercado. Esta es la razón por la que entender el comportamiento del consumidor es tan importante, y los factores que dan forma a este comportamiento lo son aún más.
Una cosa que afecta mucho la forma en que se comporta un consumidor es la cultura.
La cultura de una sociedad es un reflejo de sus tradiciones, normas, valores y costumbres. Estos factores determinan en particular los hábitos de compra de las personas. Definir un comportamiento del consumidor sería similar a definir un concepto general de muchos factores. El comportamiento del consumidor depende de actitudes, motivos, experiencias, percepciones, valores, autoconcepto, cultura, familia, profesión y grupos de referencia de la sociedad. No es sorprendente que un cambio en cualquiera de estos también causaría un cambio en el comportamiento del consumidor.
Si bien es un hecho bien conocido que un vendedor es capaz de controlar el comportamiento de compra del consumidor, la realidad está lejos de eso. De hecho, un vendedor puede atraer a los compradores, pero no puede controlarlos, ya que otros factores afectan las decisiones que toman. Estas elecciones, por otro lado, dependen de factores extrínsecos como la cultura.
Este es un vistazo a cómo la cultura de un lugar afecta la forma en que un consumidor piensa, toma decisiones y compra:
El Concepto de Creencia
Un mercado internacional trae consigo algunos límites financieros y culturales que son difíciles de evaluar para un nuevo participante. Por lo tanto, para comprender la mentalidad del consumidor, es fundamental conocer los aspectos culturales que practican. Esta cultura no se limita solo a las tradiciones y costumbres, sino que también incluye el estilo de pensamiento, los gustos, la aversión, el idioma, las costumbres, las herramientas, los sentimientos y las actitudes de los consumidores. El consumidor también tiene diferentes creencias que proyecta sobre sus elecciones al comprar un producto.
Del mismo modo, los diferentes países tienen creencias diferentes según las cuales practican la venta y compra de artículos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que también puede haber similitudes en las creencias de diferentes países, lo que facilita que los vendedores se dirijan a más de un país con el mismo eslogan o producto. Sin embargo, algunas de las tradiciones y creencias se limitan a una sola región que deben tener en cuenta los comerciantes. Por ejemplo, el número cuatro se considera desafortunado en Japón, por lo que la mayoría de los artículos vendidos en el país se venden en un grupo de cinco. Otro ejemplo es el de Francia, donde los hombres tienden a comprar más marcas de cosméticos y, por lo tanto, la industria cosmética comercializa sus productos de manera diferente que en otros países.
Una mirada al comportamiento del consumidor
Antes de definir el papel de la cultura en los hábitos y comportamientos de compra del consumidor, es importante definir de qué depende normalmente el comportamiento del consumidor. El comportamiento del consumidor se basa principalmente en elementos culturales que involucran sistemas operativos, herramientas, normas, suposiciones y valores no declarados, así como estándares para creer, percibir, comunicar y evaluar. A los migrantes de otros países les resulta particularmente difícil modificar sus hábitos de compra de acuerdo con el mercado actual, ya que están expuestos a una amplia variedad de grupos culturales que, en última instancia, afectan su comportamiento de compra.
Además, los grupos de referencia pueden contener creencias e ideas contradictorias sobre los productos que afectan en gran medida sus hábitos y elecciones de compra. Esta es la razón por la que los profesionales del marketing deben esforzarse por mejorar sus canales de comunicación de marketing que se dirijan a estos grupos de referencia tanto a nivel local como global. Aparte de eso, deben participar en la microcomercialización y la segmentación del mercado para proporcionar mensajes de marketing personalizados para cada región, de modo que los compradores estén motivados para comprar los servicios y productos anunciados. Para preparar mensajes de marketing personalizados para cada región, es mejor contratar servicios de localización profesionales.
Efecto de la Cultura en los Consumidores
Para definir la cultura de una nación, es imperativo examinar primero el sistema de creencias y los valores de las personas que residen allí. Una cultura se puede definir como el promedio total de creencias, valores y tradiciones que están directamente relacionados con el comportamiento del consumidor de los miembros de una sociedad específica. En general, tanto las creencias como los valores son imágenes mentales que afectan actitudes particulares que, en consecuencia, varían los métodos que una persona utiliza para tomar decisiones en marcas y servicios. Por ejemplo, una categoría de producto como «Audi vs Volvo» implicaría que los clientes eligieran entre estas alternativas, y su preferencia por una marca sobre la otra se verá afectada por sus valores y creencias comunes. En contraste con los valores y las creencias, las tradiciones son hábitos y formas adecuadas de comportarse, mientras que las primeras son solo reglas de comportamiento. Un ejemplo es la adición de ketchup en una tortilla y la preferencia del té verde sobre el té con leche.
La cultura determina las experiencias, creencias y valores del consumidor, que a su vez están directamente vinculados a actitudes, emociones, normas sociales, intenciones y comportamientos. La cultura personal representa el área local. Por ejemplo, las personas que residen en varios estados en un área específica de América del Sur tienen hábitos culturales similares. Las diferencias o similitudes religiosas, por otro lado, están respaldadas por aspectos como valores fundamentales comunes, personalidades y costumbres, etc. Los grupos que influyen en la elección de los consumidores generalmente se clasifican en grupos de trabajo, grupos de compras, grupos de amistad y familias.
¿Qué Implica el Comportamiento del Consumidor?
Según una investigación sobre los hábitos de compra del consumidor, la educación sobre el comportamiento del consumidor se centra en el comportamiento de compra del consumidor, según el cual un consumidor tiene tres roles diferentes en un campo de marketing: el de comprador, usuario y pagador. Además, el comportamiento del consumidor es el estudio con respecto a individuos, organizaciones y grupos, así como los procedimientos que utilizan para elegir, proteger y desechar productos. Asimismo, combina elementos de economía, antropología social, psicología y sociología, ayudando a aprender sobre la mentalidad de compra del comprador, tanto en grupo como individualmente. También observa las características de los consumidores individuales, como las variables demográficas y de comportamiento, para conocer los deseos y deseos de los consumidores.
Aunque no es fácil predecir el comportamiento del consumidor, también se puede asignar una gran importancia a la gestión de la relación con el cliente, la retención del consumidor, la personalización personalizada y el marketing individual para comprender por qué un consumidor se comporta de la manera que lo hace.
La última Palabra
El mundo de hoy se globaliza cada día que pasa, pero no se puede negar que las personas de todo el mundo tienen las mismas necesidades y deseos, por lo que se hace más fácil para las empresas producir los mismos artículos para diferentes regiones. Sin embargo, siguen existiendo grandes diferencias entre las opciones que toman los consumidores en función de su origen cultural. Las empresas deben comprender estas diferencias, especialmente si pretenden vender productos por primera vez en una región o país. Comprender estas diferencias es la clave para asegurarse de que una empresa pueda obtener rendimientos sólidos de sus inversiones en los mercados, además de producir beneficios para su empresa. La conclusión es que comprender la cultura de una región puede ser una puerta de entrada para entrar en la cabeza de los clientes, y también en su lista de preferencias.