Importancia de la Educación Basada en la Cultura

La educación basada en la cultura es un enfoque en el que la enseñanza y el aprendizaje se realizan sobre la base de los valores, normas, creencias y prácticas que son la base de cualquier cultura. El profesor de Harvard Jerome Bruner señala que «La cultura moldea la mente, nos proporciona el kit de herramientas con el que construimos no solo nuestro mundo, sino nuestra propia construcción de nosotros mismos y nuestros poderes».

Esta es la razón por la que la educación basada en la cultura cobra importancia.

En la educación, los estudiantes con orígenes y culturas diversos a menudo son marginados porque están expuestos a un plan de estudios con un sesgo cultural predominante. No se adapta a la cultura con la que están familiarizados y de la que forman parte. Por eso es importante crear un currículo que incorpore perspectivas diversas. El proceso de enseñanza y aprendizaje debe responder a las preferencias físicas, sociales y culturales de los niños.

Los maestros son los aspectos más importantes del aprendizaje basado en la cultura, ya que deben trabajar para motivar a los estudiantes para que logren no solo académicamente, sino también social, cultural, psicológica y espiritualmente. Las influencias del entorno cultural son necesarias para los educadores debido a su papel en el aprendizaje. Necesitan encontrar mecanismos para incorporar culturas e idiomas en sus prácticas de enseñanza.

Los educadores culturalmente receptivos deben reconocer todo el potencial de cada estudiante, independientemente de su origen cultural, y proporcionar los desafíos necesarios para que alcancen todo su potencial. Deben ser conscientes de los idiomas primarios, antecedentes y cultura de sus estudiantes para construir un plan de estudios que sea relevante para la vida de sus estudiantes. Necesitan modificar su plan de estudios para incluir los diferentes orígenes culturales de sus estudiantes a fin de crear una experiencia escolar más positiva y productiva para ellos. Aprovechar la cultura y el patrimonio de los estudiantes no solo beneficia el progreso académico de los estudiantes, sino que también los empodera como individuos. Los maestros necesitan involucrar a sus estudiantes en actividades de formación de equipos en las aulas donde los estudiantes pueden aprender sobre las diferentes culturas de los demás y aprender a respetarlos también. Los niños son capaces de reflexionar no solo sobre su cultura, sino también sobre la cultura en general.

Una sala de clase culturalmente receptiva es aquella en la que los estudiantes se sienten respetados y seguros para aprender y participar. Es un lugar donde desarrollan un sentido de orgullo y autoestima. Cuando ven que sus culturas se promueven en la escuela, se sienten incluidos en su comunidad escolar, empoderándolos y creando un sentido de orgullo por su patrimonio cultural. Los estudiantes aquí tienen un mejor rendimiento académico y también crecen para ser ciudadanos más independientes y activos cuando aprenden en un entorno donde se valora su idioma y cultura.

Ahora que casi todas las universidades de todo el mundo tienen estudiantes internacionales, los educadores son cada vez más conscientes de cómo los diferentes orígenes culturales de los estudiantes afectan su aprendizaje y, por lo tanto, la urgente necesidad de un aprendizaje basado en la cultura se siente ahora más que nunca.

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