La iluminación que emite demasiada luz o brilla cuando y donde no se necesita es un desperdicio. El desperdicio de energía tiene enormes consecuencias económicas y ambientales.
En un año promedio solo en los Estados Unidos, la iluminación exterior utiliza aproximadamente 120 teravatios-hora de energía, principalmente para iluminar calles y estacionamientos. ¡Es suficiente energía para satisfacer las necesidades totales de electricidad de la ciudad de Nueva York durante dos años!
IDA estima que al menos el 30 por ciento de toda la iluminación exterior en los Estados Unidos se desperdicia, principalmente por luces que no están blindadas. ¡Eso suma 3,3 mil millones de dólares y la liberación de 21 millones de toneladas de dióxido de carbono al año! Para compensar todo ese dióxido de carbono, tendríamos que plantar 875 millones de árboles al año.
La responsabilidad ambiental requiere eficiencia y conservación de la energía
- La instalación de iluminación exterior de calidad podría reducir el uso de energía en un 60-70 por ciento, ahorrar miles de millones de dólares y reducir las emisiones de carbono.
- La iluminación exterior debe estar completamente blindada y dirigir la luz hacia abajo donde sea necesaria, no hacia el cielo.
- Los accesorios completamente blindados pueden proporcionar el mismo nivel de iluminación en el suelo que los no blindados, pero con menos energía y costo.
- La iluminación interior innecesaria, especialmente en edificios de oficinas vacíos por la noche, debe apagarse.
Las nuevas tecnologías de iluminación pueden ayudar a conservar energía
- Los LED y los fluorescentes compactos (CFL) pueden ayudar a reducir el uso de energía y proteger el medio ambiente, pero solo se deben usar bombillas de color blanco cálido. Obtenga más información sobre los LED y la temperatura de color en nuestra Guía práctica de LED.
- Los atenuadores, sensores de movimiento y temporizadores pueden ayudar a reducir los niveles de iluminación promedio y ahorrar aún más energía.
El diseño de iluminación de calidad reduce el consumo de energía y, por lo tanto, la dependencia energética. También reduce las emisiones de carbono, ahorra dinero y nos permite disfrutar del cielo nocturno. Vea un clip del documental The City Dark para aprender cómo el diseño de iluminación puede reducir la contaminación lumínica y también ahorrar energía.