Si bien es difícil obtener cifras precisas, el gasto mundial en aplicación de la ley de drogas ciertamente supera los 100 mil millones de dólares cada año. Dadas las condiciones económicas actuales, es más importante que nunca que el gasto sea efectivo y no un desperdicio de dinero de los contribuyentes.
Sin embargo, las enormes inversiones en la aplicación de la ley siempre han logrado lo contrario de sus objetivos declarados: reducir la producción, la oferta y el consumo de drogas. En cambio, han creado un vasto mercado criminal. Esto, a su vez, tiene costos sociales y económicos sustanciales, debido a la delincuencia y la mala salud, que superan con creces incluso los miles de millones en gastos de aplicación de la ley.
Hay enormes costos de oportunidad para derrochar gastos en esta escala. A medida que los presupuestos de la lucha contra las drogas siguen creciendo, otras áreas están careciendo de fondos, y los recortes en los presupuestos gubernamentales están afectando a los servicios públicos y el apoyo a los necesitados.
A pesar del terrible historial de fracasos, el nivel de escrutinio de la relación calidad-precio aplicado a los gastos de lucha contra las drogas ha sido casi nulo, tanto a nivel nacional como internacional. En un momento de crisis económica mundial, después de literalmente billones de dólares desperdiciados en el último medio siglo, es hora de contar de manera significativa los costos económicos reales de la guerra contra las drogas.
Este informe forma parte de la serie Contar los costos. Count the Costs es un proyecto de colaboración entre una serie de organizaciones que, si bien representan una amplia gama de conocimientos y puntos de vista, comparten el deseo de reducir los costos no deseados de la guerra contra las drogas.