Sun / Technology
Por Marc Fisher, The Washington Post-27 de junio, 2004
Ron Kolessar, vicepresidente de Arbitron, sostiene el nuevo Medidor de Personas Portátil en el laboratorio de Arbitron en Columbia, Md. El dispositivo, que se utiliza para determinar qué usuarios están escuchando en la radio, contiene detectores de movimiento para asegurarse de que se esté usando y micrófonos extra sensibles que captan códigos ocultos en cada programa. Foto de Washington Post por James M. Thresher
WASHINGTON-Durante los últimos años, alrededor de 1,500 personas en el área de Filadelfia han usado pequeños dispositivos electrónicos que llevan un registro de cada programación de radio que pueden escuchar en el automóvil, en la oficina, mientras caminan hacia el almuerzo, cuando pasan por la casa de un amigo o cuando llegan a la hora feliz después del trabajo.
El dispositivo, el Medidor de personas portátil, contiene detectores de movimiento para asegurarse de que alguien realmente esté usando el dispositivo, y micrófonos extra sensibles que captan códigos ocultos en cada programa. Cada noche, el usuario se quita el dispositivo, lo conecta a una estación de acoplamiento y transmite los datos a Arbitron, la empresa que ha dominado el negocio de las calificaciones de radio durante décadas.
El Medidor de personas portátil es la próxima gran cosa en clasificaciones. Mientras Media Matrix y Nielsen utilizan un software que monitorea cada clic en las computadoras de las personas que han aceptado formar parte de la muestra de calificaciones de Internet, y Nielsen conecta medidores electrónicos a los televisores de los 5,000 hogares que componen la muestra de calificaciones nacionales, las calificaciones de radio de Arbitron aún dependen completamente de diarios en papel que los oyentes llenan a mano.
Es difícil encontrar a alguien en la radio que crea que las calificaciones de Arbitron realmente reflejan lo que la gente escucha. Los diarios están demasiado sujetos a vergüenza (¿Realmente quiero escribir que escucho las cinco horas de Howard Stern?), jactancia (Oh sí, escucho las noticias, todo el día), y lapsos de memoria (¿Cuál de esas estaciones de música de éxito estaba encendida en el coche?).
Pero el mayor problema es que las calificaciones de radio, y por lo tanto casi todas las decisiones de programación de radio, se basan en diarios que una porción cada vez menor del público está dispuesta a llenar. El número de personas que aceptaron tomar 2 2 a la semana para completar un diario disminuyó del 43 por ciento de las que se les pidió en 1995 al 34 por ciento en 2002. Arbitron ha aumentado el pago a $10 a la semana, pero el problema básico sigue siendo: Los diarios piden a los oyentes que reconstruyan su día (o semana), recordando detalles finos sobre cuántos minutos pasaron con cada estación de radio.
El medidor de personas aún está a pocos años de su implementación en todo el país, pero eventualmente rastreará no solo la escucha de radio, sino todo tipo de exposición a los medios, desde TiVo hasta navegación por Internet, cable a satélite. Y los temores al Gran Hermano no son un obstáculo: Encontrar suficientes personas para usar el medidor no es un problema, dicen las compañías de calificación. El pago simbólico apenas importa; es la emoción de ser contado (con un mínimo esfuerzo invertido) lo que atrae a la gente.