Hay varios tipos de productos desecantes disponibles en el mercado, incluidos gel de sílice, carbón activado, sulfato de calcio, tamiz molecular, etc. Se utilizan para diferentes propósitos y lugares diferentes. Es muy importante utilizar el tipo correcto de desecante para el propósito recomendado. Por ejemplo, la sal es un producto desecante, pero conduce a la corrosión de objetos metálicos cuando se entra en contacto con ellos. Por lo tanto, no se puede usar para áreas de secado donde se han almacenado objetos metálicos.
¿Cómo se usan los desecantes?
Los productos desecantes funcionan según el principio de adsorción de humedad del aire. El término adsorción se refiere a las fuerzas de acción intermolecular débiles. Estos agentes de secado trabajan en el mecanismo de adsorción de múltiples capas atrayendo capas delgadas de moléculas de humedad del aire a las superficies desecantes. Algunos productos funcionan en el mecanismo de condensación capilar con poros pequeños que eventualmente se llenan de moléculas de agua.
Utilidad de los productos desecantes
Los productos desecantes son de gran utilidad cuando la tasa de evaporación es bastante baja debido al alto porcentaje de humedad en la atmósfera. Los desecantes también se llaman deshumidificadores, ya que absorben la cantidad adicional de humedad del aire para mantenerlo seco e higiénico.
Los deshumidificadores se utilizan de varias maneras, tanto en el hogar como para fines industriales. Los siguientes son algunos de los usos importantes de los productos desecantes.
Transporte de mercancías: Los agentes de secado desarrollados comercialmente son muy importantes para el proceso de envasado durante el envío de productos.
Desecantes de carbón activado: El carbono es apreciado para extraer las impurezas en el aire y deja una atmósfera fresca e higiénica a su alrededor. Una de las mejores cualidades de usar desecantes de carbono es que elimina el olor desagradable en las áreas cerradas, como almacenes, garajes y áreas de sótano.
Desecantes naturales: Los desecantes no solo se aplican en los complejos comerciales, sino que son igualmente importantes para la protección de los productos domésticos. Por ejemplo, las especias, legumbres y otros alimentos pueden pudrirse debido al contacto con la humedad que a menudo conduce a la formación de grumos o gérmenes. Muchas personas usan el arroz como desecante natural para evitar que los alimentos se dañen. Poner un poco de arroz en el frasco de especias puede protegerlos por un período más largo, ya que absorberá la humedad del interior. Del mismo modo, la sal también es un desecante natural.
Conservar productos químicos: Algunos productos químicos pueden formar compuestos cuando entran en contacto con la humedad. Por lo tanto, al almacenar productos químicos, se utilizan productos desecantes que no reaccionan.