Qué hacer si su hijo es cruel con los animales

El abuso o la crueldad con los animales se ha asociado con una variedad de problemas psicológicos y/o emocionales infantiles, incluida la exploración infantil negativa, la depresión, la ira, un signo de comportamiento violento futuro o una señal de que un niño está siendo abusado. Identificar signos tempranos de abuso de animales en la infancia es una señal para buscar ayuda.

La crueldad hacia los animales califica como cualquier comportamiento que daña a los animales, ya sea intencionalmente o no, de acuerdo con la Humane Society of the United States. Ejemplos de abuso incluyen privar a un animal de comida o agua, torturar, mutilar o mutilar.

Se estima que el 30 por ciento de los niños que presencian violencia doméstica perpetrarán violencia contra los animales, según Psychology Today. Presenciar la violencia doméstica es una experiencia aterradora para cualquiera, especialmente para un niño. Un niño puede tratar de lidiar con los sentimientos de inseguridad y falta de control lastimando a otro animal para expresar sus miedos e ira. Pueden actuar de esta manera para identificarse con el dolor del animal o para sentir que tienen poder. Los niños que pueden estar deprimidos o enojados por otras circunstancias de la vida pueden usar a los animales lastimados como una forma de lidiar con sus sentimientos. Aunque es una forma inapropiada de lidiar con el estrés, los niños que abusan de los animales pueden sentir que sus seres queridos los ignoran en la vida.

Una teoría conocida como «hipótesis de graduación» también existe en torno al abuso animal. Esto significa que los niños pueden comenzar a abusar de los animales a una edad temprana, y luego graduarse para abusar de las personas a medida que envejecen.

Sin embargo, la crueldad con los animales a veces puede ser el resultado de que un niño malinterprete los sentimientos de un animal y vea a un animal como un juguete en lugar de un ser vivo. Por eso es importante considerar los comportamientos de crueldad hacia los animales de un niño en el contexto de su edad.

  • Niños de 1 a 6 años: Los niños de esta edad o un niño con retraso en el desarrollo pueden no entender cómo tratar a un animal o pueden verlo como un juguete. Así como los padres deben enseñar a un niño a jugar bien con los demás, los padres también deben enseñar a los niños a cuidar de sus animales.
  • Niños de 6 a 12 años de edad: A esta edad, los niños deben comprender las diferencias entre el bien y el mal en el tratamiento de los animales. El abuso de animales a esta edad es un indicador probable de un posible abuso físico o sexual. También puede ser un signo de habilidades de afrontamiento disfuncionales que requieren ayuda psicológica profesional. Si bien este puede ser un tema difícil de discutir con un niño de esta edad, obtener la ayuda de un terapeuta o psicólogo de salud mental puede ayudar tanto a los padres como al niño a lidiar con la situación de manera efectiva.
  • Niños mayores de 12 años: Es probable que los niños que abusan de los animales a esta edad exhiban otros comportamientos abusivos, como comportamientos violentos hacia los demás, abuso de sustancias o destrucción de la propiedad. Si bien el abuso de los animales puede ser el resultado de la presión de los compañeros, el abuso es un signo de una personalidad antisocial subyacente u otra condición preocupante. Busque ayuda psiquiátrica profesional inmediata si esto ocurre.

Detener la crueldad hacia los animales en un niño que tiene la capacidad de comprender el bien y el mal es vital para prevenir una escalada futura de violencia, posiblemente contra otra persona. Estos síntomas no deben ignorarse. Un consejero escolar, terapeuta o psicólogo puede ser un buen lugar para comenzar. Cuando hable con su hijo sobre el abuso de animales, use un tono que no juzgue. Si ha observado este comportamiento en otro niño, ponerse en contacto con una agencia de servicios de protección infantil o una escuela puede ser un buen lugar para comenzar.

Comida para llevar

  • La crueldad hacia los animales en los jóvenes puede indicar un malentendido de los animales, abuso físico o sexual, problemas emocionales o psicológicos, y/o ser un predictor futuro de violencia interpersonal.
  • Los niños que cometen violencia contra animales y que pueden identificar el comportamiento como dañino deben recibir ayuda profesional inmediata para prevenir futuros episodios violentos.
  • Los consejeros escolares, terapeutas o psicólogos son buenos lugares para comenzar a conseguir ayuda para su hijo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.