Las dificultades de atención y concentración son muy comunes en niños en edad escolar. Todas las semanas veo a niños en mi clínica cuyos padres o maestros están preocupados por sus niveles de concentración, tanto en el hogar como en la escuela, que pueden tener un impacto significativo en su vida. Pueden estar soñando despierto o mirando por la ventana en casa o en clase, o pueden ser perturbadores, incapaces de completar su trabajo y luchando con su aprendizaje.
Entonces, ¿cómo sé si mi hijo tiene dificultades de atención y concentración, y qué debo buscar?
Hay una serie de comportamientos que puede notar en su hijo, incluyendo:
- incapacidad para permanecer sentado
- se distrae fácilmente
- tiene problemas para seguir las instrucciones
- tiene problemas para organizarse, o está perdiendo cosas constantemente
- tiene dificultades para completar el trabajo escolar
- tiene mala escritura en comparación con otros niños de la misma edad
- está experimentando dificultades de aprendizaje
- muestra dificultades de comportamiento como agresión, mal humor o irritabilidad
- experimenta problemas de amistad, como dificultad para hacer y mantener amigos
- muestra torpeza o mala habilidades motoras gruesas, como correr o saltar.
Cuando un niño viene a mí con problemas de atención, es importante considerar todos los aspectos de su salud general y bienestar al tratar de resolver la causa.
Las dificultades de atención y concentración pueden tener un impacto significativo en el aprendizaje, y el desafío es determinar qué es lo primero. Es decir, ¿tiene el niño un problema primario con la atención y la concentración o es secundario a una dificultad de aprendizaje?
Pero antes de eso, algunas de las causas comunes que busco primero se:
- falta de sueño o una mala rutina
- una dieta alta en azúcar y grasa sin nutrición sostenible para ayudar a la concentración en el aula
- tiempo excesivo frente a la pantalla, especialmente antes de acostarse
- dificultades en el hogar, como una separación reciente de los padres o un trauma familiar
- algunos medicamentos o enfermedades orgánicas, función tiroidea o deficiencia de hierro.
Si su hijo tiene dificultades para concentrarse en clase, es importante que su médico de cabecera lo examine y discuta todos estos problemas con usted. A menudo hay una serie de causas que contribuyen a la falta de atención y concentración. Si le preocupa que su hijo pueda tener TDAH o una dificultad de aprendizaje, su médico de cabecera puede derivarlo a un pediatra que le pedirá a usted y al maestro de su hijo que completen algunos cuestionarios para tratar de comprender el comportamiento de su hijo, incluidos sus niveles de atención y concentración, tanto en el hogar como en la escuela. Si su hijo tiene problemas con su aprendizaje, como sus habilidades de lectura o escritura a mano o con las matemáticas, entonces es posible que se necesite una evaluación de psicología educativa para determinar la capacidad cognitiva de su hijo. También pueden requerir pruebas de cómo están logrando resultados en el aula.
¿Cómo puede ayudar a su hijo a concentrarse mejor?
Lo primero que puede hacer es asegurarse de que su hijo duerma lo suficiente. La mayoría de los niños en edad de asistir a la escuela primaria todavía necesitan de 10 a 11 horas de sueño. Suelen ir a la cama entre las 7 de la tarde y las 9 de la noche, y despertar entre las 6 de la mañana y las 8 de la mañana. Una vez que son mayores de 12 años, 8-9 horas de sueño pueden ser suficientes, ¡pero los adolescentes a menudo necesitan más!
A continuación, verifique que su hijo esté comiendo una dieta buena y nutritiva con un mínimo de comida chatarra y azúcar. Por último, hable con su hijo sobre cuánto tiempo está pasando en la computadora o tableta. Es posible que deba establecer algunos límites y hacer un trato o contrato para que no haya tiempo frente a pantallas hasta el viernes por la noche o el fin de semana. Para los niños en edad escolar, la recomendación es no más de dos horas al día de tiempo frente a la pantalla. Esto es difícil si su hijo es mayor y usa mucho la computadora para hacer los deberes. Si este es el caso, vigílelo cuidadosamente y asegúrese de que su hijo no esté jugando videojuegos o utilizando las redes sociales en exceso. Si no está seguro, hable con el maestro de su hijo.
¿Qué pasa cuando mi hijo está en la escuela?
Hay una serie de estrategias que puede discutir con el maestro para ayudar a mejorar la atención y concentración de su hijo en el aula:
- Siéntalos al frente de la clase.
- Siéntelos junto a un estudiante tranquilo que no los distraiga.
- Haga un buen contacto visual con el niño antes de que se le dé una instrucción y mantenga las instrucciones cortas. Se le puede pedir al niño que escriba palabras clave para indicar su memoria, si es útil.
- Trate de proporcionar al niño la mayor asistencia individual posible.
- Dé al niño algunos descansos para estirarse. Tal vez puedan ser el monitor de la orden del almuerzo o hacer recados para el maestro.
- Pídale al niño que demuestre una habilidad a la clase que lo hace bien – ¡aumente su autoestima!
- Dé al niño más tiempo para terminar su trabajo y reduzca la cantidad de tareas si tiene dificultades.
- Dé refuerzo positivo cuando el niño esté trabajando bien y en silencio.
- Si se necesitan consecuencias, asegúrese de que haya una advertencia amplia y que la consecuencia sea inmediata, clara y graduada, por ejemplo, comience con un tiempo de espera corto y no sea demasiado punitivo.
Es muy importante desarrollar la autoestima y fomentar las habilidades sociales positivas para los niños que consideran que concentrarse y aprender en la escuela es una lucha. Esto puede ayudar a evitar que los niños se aislen de sus compañeros y pierdan la confianza en su capacidad o disposición para aprender o hacer amigos.
¿Qué sigue?
El diagnóstico y el tratamiento del TDAH y las dificultades de aprendizaje se discutirán en un blog separado. Estas son cuestiones importantes que hay que abordar, pero es importante que pensemos y gestionemos todas las causas comunes de las dificultades de atención y concentración en primer lugar, antes de emprender la evaluación de estos problemas.
Todos queremos niños felices y sanos que quieran aprender, así que pruebe estas estrategias primero. Si le preocupa el TDAH y las dificultades de aprendizaje en su hijo, solicite una derivación de su médico de cabecera para ver a un pediatra.
Otros recursos útiles:
- Raising Children Network: Recomendaciones de tiempo de pantalla: http://raisingchildren.net.au/articles/screen_time.html
- Red de Crianza de los Niños: Recomendaciones para dormir: http://raisingchildren.net.au/articles/school_age_sleep_nutshell.html