Hasta 1,5 millones de hombres jóvenes participan en el fútbol americano en los Estados Unidos. Se estima que anualmente se producen 1,2 millones de lesiones relacionadas con el fútbol. Desde la década de 1970, los estudios epidemiológicos han demostrado que el riesgo de lesiones es mayor en los atletas mayores y menor en los equipos con entrenadores más experimentados y más entrenadores asistentes. el 51% de las lesiones ocurrieron durante el entrenamiento; las sesiones de contacto tuvieron 4,7 veces más probabilidades de producir lesiones que las sesiones controladas. Las tasas de lesiones se redujeron al usar tacos más cortos y acondicionamiento de pretemporada. En general, las lesiones de las extremidades inferiores representaron el 50% de todas las lesiones (con lesiones de rodilla que representaron hasta el 36%). Las lesiones en las extremidades superiores representaron el 30%. En general, los esguinces y torceduras representan el 40% de las lesiones, las contusiones el 25%, las fracturas el 10%, las conmociones cerebrales el 5% y las luxaciones el 15%. Las lesiones de la columna cervical tienen el potencial de ser catastróficas, pero disminuyeron drásticamente en la década de 1975 a 1984, debido al impacto de los cambios de reglas que modifican las técnicas de abordaje y bloqueo y la mejora de la condición física, el equipo y el entrenamiento. La evaluación diagnóstica adecuada de las lesiones cervicales es obligatoria. La evidencia que respalda el uso profiláctico de refuerzos de rodilla no es convincente y no exige un uso obligatorio o de rutina. Los criterios para volver a jugar incluyen: rango de movimiento completo; fuerza normal; evaluación neurológica normal; ausencia de inflamación o inestabilidad articular; capacidad de correr y mantener el contacto sin dolor; no tomar medicamentos para el dolor; educación del jugador sobre medidas preventivas y riesgos futuros. Estos criterios deben observarse estrictamente. Además de la rehabilitación de tobillo y rodilla, las lesiones de la columna lumbar representan un desafío para el médico. La flexión repetitiva, la extensión y las tensiones torsionales predisponen a la lesión de la columna lumbar. La rehabilitación consiste en el control del dolor y el entrenamiento. La fase de entrenamiento tiene como objetivo eliminar las lesiones repetitivas al minimizar el estrés en la articulación intervertebral. El fútbol es un deporte de alto riesgo. Los entrenadores, jugadores, entrenadores y médicos deben ser conscientes de los medios adecuados para prevenir lesiones.